En ocasiones los pacientes se quejan de sensaciones de inestabilidad, dolores como lumbalgias, jaquecas, mareos, dolores de cadera y dolores cambiantes en las piernas y los pies, que aparentemente no tienen una explicación lógica o definida pero durante periodos cortos de tiempo aparecen y son muy molestos. Cuando nos encontramos situaciones como estas podemos empezar a pensar que los pacientes pueden padecer un síndrome postural fino o síndrome de deficiencia postural.
La postura corporal considerada desde un punto de vista global, podemos decir que esta incluida dentro de un sistema mucho más complejo, donde a través de unos receptores sensitivos propio llamados endocaptores (propiocepción de los músculos del raquis, miembro inferior, m. oculomotores, ATM, …) y exocaptores (ojo, oído, pie, …), se realiza la interconexión entre este sistema de entrada y el sistema de salida que son las adaptaciones biomecánicas realizadas por el sistema locomotor. Por tanto la postura, es la adaptación que el cuerpo realiza a los sistemas de captación de información del exterior, que nos permiten tener constantemente referencias del “donde estamos”, y mantener un equilibrio dinámico que nos permite mantenernos de pie, observar un objeto, referenciar su distancia, desenvolvernos entre nuestro entorno, etc.
Todos ellos integran el equilibrio ortoestático, por eso una persona se sostiene de pie automáticamente gracias a nuestro sistema de control fino que capta la menor variación de posición del cuerpo con su entorno.
El objetivo del tratamiento que vamos a realizar es la combinación de la terapia manual desde un punto de vista podopostural, usando como guía todas las técnicas de la posturologia, que a través de test clínicos permite saber la causa primaria de la alteración que esta produciendo la dolencia.
En el tratamiento reeducador postural, buscamos la etiología del síndrome postural fino y damos una respuesta multidisciplinar teniendo en cuenta los captores posturales (vista, oído, pie, ATM, caquis, piel, etc).